Pretensiones


Creo que todos hacemos las cosas con un objetivo en nuestra mente, y eso es imprescindible porque nos ayudan a mantenernos firmes en nuestro quehacer frente a las dificultades, pero pienso que esas metas deben ser únicamente personales, no podemos hacer las cosas esperando que los demás cumplan nuestras pretensiones, y menos cuando éstas no han sido expuestas con claridad de antemano, para que todos aquellos implicados sepan a que se exponen.

Demasiadas veces descubres la frustración en aquellos que nos rodean mientras se lamentan diciendo "no es lo que esperaba" "yo creía..." "yo pensaba..." y entre esos reniegos te asombras al atisbar un papel importante en esa escena a la que nadie te había invitado pero en la que se asumía.

Quizás esté atravesando un momento concreto en el que todos los subterfugios me escaman y esté más suspicaz y desconfiada que en otros momentos de mi vida, pero ya son demasiadas las veces en las que me he sentido embaucada y no me apetece en absoluto verme obligada a cumplir anhelos inciertos.

Todos podemos tener deseos e intenciones, sean más o menos extrañas, todos podemos querer hacer realidad nuestras propias fantasías, pero si son a costa de los demás deberíamos ser claros de inicio y así la posibilidad de encontrar a quien desee lo mismo que nosotros sería mas sencillo. De este modo se reducen considerablemente las ilusiones vanas y, con las cartas en la mesa, el juego es limpio.

De todos modos, creo que lo mejor es no tener pretensiones elevadas, hacer las cosas por nuestra satisfacción personal, disfrutando de las cosas pequeñas que componen un gran día, y dejarnos sorprender de esas agradables sorpresas que nos trae de vez en cuando la vida mientras luchamos por esas otras que nos dificultan nuestros pasos.

No me alargaré más pues creo que ya puse demasiado rollo pero como tampoco tengo pretensión ninguna a parte de dejar por escrito mi pensamiento aquí queda...

Que tengáis feliz velada.


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